martes, 3 de agosto de 2010

Entrevistan a Javier García Ortega...

Ecos                                                                            31/07/2010
LA ENTREVISTA
"Devoción es la forma de afrontar no sólo el trabajo, también la vida"
Javier García, actor de Producciones Viridiana y profesor de los talleres municipales de teatro

Javier García. / PABLO SEGURA
V.G. Su trabajo le lleva cada día sobre las tablas de un escenario. ¿Le gusta actuar fuera de él?
No, a menos que sea verdad eso de que todos somos actores, y el mundo un teatro.
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Como actor, ¿lo tiene más fácil a la hora de poner una excusa?
Al contrario. Se me nota enseguida.
 Quienes le conocen saben que no pierde la sonrisa casi nunca. ¿Algo innato o una forma de entender la vida?
No sé, me sale sola.
Por cierto, ¿qué le borra la sonrisa de la cara?
Un beso.
Pone usted mucha pasión en su trabajo. ¿Vocación o devoción?
Vocación para mí es el nombre de lo inevitable y devoción o pasión la forma de afrontar no sólo el trabajo, sino también la vida. Y no hablo de romanticismo, sino de entregarte a las cosas que haces. Si no…
¿Se entusiasma fácilmente con los nuevos proyectos?
Entusiasmo puede que sea mi estado más natural.
Como monitor, le gusta plantear siempre nuevos retos a sus alumnos. ¿Le cuesta estar parado?
Me es imposible estar quieto. Me pongo muy nervioso y empiezo a hacer mil cosas, planes…
¿También usted necesita constantemente nuevos retos?
Imagino que sí, pero no me lo planteo. Este trabajo es siempre un nuevo reto, no sé por qué pero siempre parece la primera vez. Cada personaje, cada montaje es como empezar de cero. Y parece que con los años no se pasa, se lleva mejor, pero no se pasa.
¿Qué es lo mejor de trabajar con alumnos amateurs?
La pasión, la entrega, la ilusión, la forma de afrontar el trabajo, la complicidad, la mirada limpia, el trabajo en grupo, el deseo de aprender… Yo disfruto mucho en las clases.
¿Y lo peor?
El teatro no es una actividad de ocio convencional. Exige un compromiso muy especial, y eso a veces es difícil. A medida que se acerca el estreno, los nervios también aumentan, y a veces son difíciles de gestionar al principio. Pero la experiencia –y compartirla con ellos- es genial.

¿Qué significa el teatro?
La vida. El teatro me ha enseñado y me ha dado muchas cosas. Está claro que si no se hubiera cruzado en mi camino, yo no sería el mismo. Y ahora aspiro a convertirlo en mi oficio.
¿Recuerda la primera vez que se subió a un escenario?
Cómo no… Tenía 14 años, y hacía un Romeo del que estaba completamente enamorado. Recuerdo todos los ensayos, nota a nota la dirección, pero en cuanto puse el pie en el escenario todo fue como una montaña rusa. Debió gustarme porque todavía no me he bajado.
¿Recuerda alguna pifia mítica sobre el escenario?
Siempre me río cuando recuerdo una función de "La cantante calva" en la que yo iba todo orgulloso de un bigote que me había pintado y en un momento de la obra, besé apasionadamente a mi mujer –mi amiga Carolina- y le dejé pintado todo el bigote en la parte de la cara que el público no veía. Todos los actores sobre el escenario, además de no poder evitar la risa, tratamos de limpiárselo antes de que se girara, ante su total estupefacción, ya que ella no se veía el bigote pintado. Nos reímos tanto…
¿Qué papel le gustaría hacer sobre las tablas del escenario?
Mil. Ahora estoy muy ilusionado con el Tenorio que estamos trabajando en los Talleres y que estrenaremos en otoño. Don Juan es siempre un reto –da bastante miedo y placer al mismo tiempo- y el equipo de compañeros es maravilloso. Y el siguiente proyecto de Viridiana que aún está gestándose creo que también trae joya. Supongo que el mejor papel es el que está por hacer.

El pudor y la vergüenza son…
¿Atributos sexuales?
¿Y la pereza?
La muerte del tiempo.
Además del teatro, ¿en qué le gusta emplear su tiempo libre?
¿Hay algo más que el teatro? Es broma, no sé, me gusta estar con mis amigos, leer, cantar, escuchar música… Simple, ¿no?

¿Alguna manía inconfesable?
Pues me sonroja un poco, pero cada vez más tengo esas pequeñas supersticiones para subir a un escenario, como entrar con el pie derecho y así.
No soporta...
El orden. Soy terriblemente desordenado con las cosas.
Un deseo por cumplir...
Pido a los dioses que me concedan no pedirles nada.

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