EL ESPECTÁCULO TEATRAL destaca el paso de Habibi/Amado por la "Feria de teatro de Castilla y León": "resulta de una belleza extraordinaria, de sensibilidad y emoción, de investigación y rigor, de profesionalidad indiscutible y verdad, mucha verdad (...). Hermosísimo."
En la primera Feria de Teatro en Ciudad Rodrigo nos alojamos en un lugar frente a la estación de ferrocarril y comimos en un restaurante de carretera. Por supuesto que los huevos y el farinato estuvieron presentes… Son trece ediciones con la del presente de 2010. Ni que decir hay que casi todo ha cambiado en este evento. Todo menos el público. Esta feria, a nivel de asistencia, podría funcionar sin los que acudimos de fuera en calidad de profesionales del asunto; porque los recintos se abarrotarían de igual manera. Los y las mirobrigenses, de todas las edades, agotan las entradas nada más ponerse a la venta (...) Y esto para la organización encabezada por Rosa María García Cano, la eficacia y la amabilidad hecha persona, no pasa desapercibido. Es más que evidente.
Y sobre todo en esta edición, en la que se ha hecho un guiño a un determinado público programando, como cierre de la feria, una función que pretende ser una revisión de lo que fue la revista musical española y que lleva por título “Pasando revista”. No podía ser de otra manera. Es un esfuerzo tremendo y una producción elevadísima la realizada por la compañía extremeña Rodetacón. Lástima que el texto que sostiene y propicia la muestra del repertorio no esté a la altura ni del excelente autor que lo firma, Miguel Murillo, ni del esfuerzo de la producción. No pasa nada. Murillo no pierde excelencia por no acertar en esta ocasión y la compañía realizará muchas representaciones porque hay mucho público que a falta del Teatro Chino ambulante de Manolita Chen… Pues eso. Claro es que ocurre que Manolita Chen, en el recuerdo, tenía el encanto de lo pecaminoso, de lo que rozaba lo no permitido. Pero en este asunto que nos ocupa las actrices y los actores de Rodetacón hacen lo que ordena el director, que a su vez pone en pié lo que imaginó el autor o escribió por encargo.
Por el contrario, un espectáculo que en su programa de difusión destaca las mil y una técnicas superavanzadas y supermodernas que se dan en él, resulta de una belleza extraordinaria, de sensibilidad y emoción, de investigación y rigor, de profesionalidad indiscutible y verdad, mucha verdad. Se trata de “Habibi”, dirigido por Jesús Arbués. Te envuelve la propuesta y te arrastra hasta traspasar la gasa que se interpone entre el espectador y la acción para compartir el banquete que allí sucede. Hermosísimo. No me sentí en ningún momento atacado ni reconducido por el aparataje de la supertécnica.
Este mismo día supuso una jornada estupenda. A continuación de “Habibi”, una compañía extremeña, con un nombre sugerente, Las Cuatro Esquinas, ofreció una propuesta sobre la violencia que implica la tortura. “El jardín del mundo”, muy interesante, cruda y directa, desarrolla secuencias con los tres pilares que sustentan los hechos, según comenta la propia compañía: víctima, verdugo e indiferente. No están tan claras las relaciones en un ambiente quizá en exceso lleno de sombras, con lo cual la intención pierde efectividad. Luz y taquígrafos para hablar de violencia. La producción tiene nada más y nada menos que lo que necesita.
Y la gran sorpresa estaba por llegar y llegó esa noche: “¡Al carajo la poesía!”, de Raíz de 4 Teatro, de Salamanca. Una actriz: Carmen Castrillo. Un actor: Luis Oliver. Una directora: Marieta Monedero. Y la poesía. Alimento diario indispensable la poesía. Y juegan con ella, la tiran, la recogen, se burlan, le dan la vuelta, la llevan al teatro, o sea, la teatralizan y, como ellos dicen, “hacemos hablar a Santa Teresa de sus problemas con el Señor”. Un espectáculo lleno de inteligencia, de frescura y de compromiso, de lenguaje directo y concreto con unas interpretaciones sin fisuras, porque éstas, si las hay, parecen naturales. Y así de placentero terminó este día, amando un poco más la poesía.
Titzina Teatre, Diego Lorca y Pako Merino deleitaron con su trabajo “Exitus”, que volvía a presenciar muy complacido sabiendo que hay un trabajo de una precisión encomiable, con una técnica depuradísima, y unos diálogos que se cruzan cambiando de personajes que se van relacionando y definiendo en apariencia con el menor esfuerzo. Se verá en Madrid, creo que en La Abadía, y si la veo en una tercera ocasión sé que me pasará algo bueno: veré teatro inteligente.
Perfecta la manipulación de los títeres de Teatro Corsario en “La maldición de Poe”. Todos los elementos están creados para complementarse con una acertadísima escenografía. El espacio sonoro y la luz realzan y subrayan el espectáculo.
“Veneno”, muy interesante la propuesta de la Compañía Intrusión Teatro, de Salamanca, con algún desajuste pero que merece que se le dé, al espectáculo, otra oportunidad.
Bueno, y visto lo visto, no fue mala la cosecha de esta edición de la Feria de Teatro de Ciudad Rodrigo, porque además lo menos bueno se sufre con menos dolor contemplando la belleza de la ciudad y gozando con la organización tan bien coordinada.
Unos meses antes me encontré en la estación Ave-Atocha de Madrid, con D. Francisco Javier Iglesias García, alcalde de Ciudad Rodrigo. Nos saludamos con la cordialidad de siempre y en una espontánea conversación alrededor de –¿saben de qué?, ¡Premio, eso es! De la Feria de 2010–, él me manifestó su preocupación, no por la continuidad, sino por su formato en cuanto a días de programación. Los recortes presupuestarios les obligaba a eliminar al menos un día, pero tenía un plan que le funcionó: implicar a los empresarios y comerciantes de la ciudad, y como digo así fue.
Bueno, es una fórmula. Pero lo que no me comentó es que los asistentes de fuera, profesionales, distribuidores, etc., tendríamos que pagar un canon de inscripción de 30 euros. También es otra fórmula, pero que a la mayoría no le agradó.
¿Qué esto fue la causa de la no asistencia de algunos habituales? Lo desconozco, pero la ausencia de los programadores que no tienen presupuesto para programar es un efecto lógico de la causa. Se está dando en más ferias, pero en Ciudad Rodrigo, con un público tan entregado, como que no se nota. Compañías y Distribuidores tienen la palabra.
El espectáculo teatral, Noviembre 2010 / Nº 56
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