Manifiesto de la Unión de Teatros de Europa ante las consecuencias de la crisis económica

La Unión de los Teatros de Europa expresa su profunda preocupación en cuanto a las consecuencias de la presente crisis económica para los compromisos de la Administración pública hacia el universo de la creación escénica.

El Teatro nació con la Democracia y desde entonces siempre ha sido el verdadero laboratorio de la Humanidad: el encuentro con el otro, la búsqueda común de los sentidos múltiples de la vida, de su organización personal, social y política.

Las sociedades contemporáneas no pueden prescindir de esta herramienta de emancipación, so pena de ver aumentar el empobrecimiento de las lenguas, de los lenguajes y del pensamiento, así como una creciente intolerancia y desconfianza hacia el otro.

Los teatros públicos, sus creadores, actores y demás profesionales que les dan vida, están acostumbrados a gestionar los recursos que siempre son escasos en relación a las ambiciones artísticas. Sabemos que la presente crisis implica la necesidad de compartir los esfuerzos y los sacrificios económicos. Pero sabemos también que hay un límite por debajo del cual la vitalidad de los proyectos se hunde y su existencia queda radicalmente cuestionada.

Percibimos que las decisiones tomadas por la Administración pública no siempre son adoptadas a partir de una mirada estratégica, reduciendo ahora para enseguida reinvertir, sino que parecen a veces decisiones superficiales y aparentemente transitorias pero con un potencial de destrucción definitiva de los proyectos y las estructuras.

Creemos que la crisis tiene unas raíces muy hondas, más allá del debate financiero. Asimismo creemos que el Teatro ofrece unas herramientas importantes para abordar ese debate de una forma más amplia, involucrando no solamente a los artistas y las estructuras de creación sino también a los ciudadanos.

Invitamos pues a las correspondientes Administraciones —local, regional, nacional y europea— a acompañarnos en el proceso compartido de vislumbrar maneras de vivir la crisis sin matar el futuro.

Atenas, 7 de noviembre de 2010